miércoles, 10 de julio de 2013

Capítulo 86: Los comienzos




Siempre sueña y apunta más alto de lo que crees que puedes lograr.
William Faulkner


Todos sabemos que ningún comienzo es fácil, que lo nuevo en parte siempre conlleva cierto temor.
Pero no vengo a hablar de lo fácil o difícil que es empezar, sólo vengo a decir que a pesar de las dificultades, cuando estoy con la mujer en la habitación, solos los tres, o más bien los cuatro, cuando me mira cómplice y me pide con los ojos aunque sea un poco de fuerza para seguir, y con sus gritos me avisa de lo cerca que está el bebé, sin tactos (si no hay epidural), todo lo duro que puedan ser los comienzos se esfuma.

Es una sensación tan placentera, de tanta felicidad, que inunda. El que te agradezcan más con la mirada que con palabras, porque una vez que nace el bebé tú no existes para nada (ojalá esa sensación de no existencia, de que nadie te ve, se diera más veces en la vida), el compartir y ser cómplice de otro nuevo comienzo, hace que las dificultades sean menos dificultades, que los baches merezcan la pena pasarlos.
Y me gustaría que toda mujer embarazada y toda madre supieran lo inmensamente felices que nos llegan a hacer sentir a las matronas que tenemos el lujo de acompañarlas, que no hay otra sensación igual a esa que sus partos nos hacen sentir.
Me da mucha pena que algunas mujeres se sientan mal acompañadas o incomprendidas por sus matronas. Admito que con la carga asistencial que conlleva el hospital no es fácil crear ese clima de confianza, ni pasar si quiera demasiado tiempo con la mujer. Por eso aumentar la calidad del poco tiempo del que podamos disponer es primordial.

En el hospital en el que estoy solo somos una matrona por turno, una auténtica barbaridad. Siempre se amparan en que hay pocos partos, pero paritorio sigue siendo un servicio de urgencias, en el que tan pronto puedes no tener nada como que te venga todo de sopetón. Estoy segura de que en ningún servicio de urgencias hospitalario se les ocurre dejar una sola enfermera por turno. Por qué entonces lo hacen con paritorio?. Estas cosas demuestran que por lo menos para mí, parir en casa en más seguro.

Sigo caminando.