domingo, 18 de agosto de 2013

Capítulo 88: De hospitales y rutinas

A menudo uno encuentra su destino en el camino que elige para evitarlo.
Película Kunfu Panda ( no sé de quién es la frase)

Dos años igual. Mucha alegría al recibir la llamada, la noticia del contrato. Ilusión, ingenua ilusión...
Este año estaba si cabe aún más contenta, empezaba a trabajar en un IHAN, qué más podía pedir.
Pero de nuevo la desilusión, las rutinas, las prisas, las formas, el hacer por evitar un supuesto mal y provocar uno real.

CON CUÁNTO MIEDO SE TRABAJA EN LOS HOSPITALES!??. Por qué da tanto pánico el parto? Por qué se enfoca como un peligro, como una bomba de relojería que puede explotar en cualquier momento?? Porque no se dan cuenta de que si no quieres que te explote la bomba es mejor no tocarla?.

El otro día leí una frase: "nos regalan miedo para vendernos seguridad". Eso es exactamente lo que pasa en torno al parto. Metemos miedos, los incentivamos, los cocinamos a fuego lento durante todo el embarazo y luego vendemos el kit sin encontrar ninguna resistencia...como para no dejarte hacer, si esto es un peligro!!!. Siempre, siempre hay algo: si no es la tensión, son las glucemias, si no gestaciones prolongadas o sobrepeso, cesárea anteriores, demasiado jóven, demasiado mayor, feto macrosomico, pequeño para la edad gestacional, poco liquido, mucho liquido... Para tener todo dentro de los parámetros normales tiene que haber una alineación planetaria en dos galaxias a la vez...

Y aunque sea un IHAN, las inducciones innecesarias se siguen dando, las cesáreas por riesgo de parto eutocico también, la oxitocina se administra sin talento alguno, las prisas son las mismas, etc.

Quizá fui una ingenua al pensar que esto sería distinto. Tonta de mi, pensé encontrar respeto al parto y al embarazo.

En el hospital soló encuentro miedo y enfermedad, y lo malo es que a mi me lo contagian. No hay tranquilidad. Siempre a la espera de que ocurra algo. Todo tan cuadriculado y tan medido, tantas horas, centímetros, porcentajes y gotas por minuto. Nos guían números subjetivos y pasamos por alto lo que la mujer nos comunica, tanto de forma verbal como no verbal.

Se puede "medir" el parto? Se puede "controlar", no en el sentido de vigilar, si no de conducirlo?.

De nuevo me doy de bruces con la realidad. De nuevo el camino me recuerda que he tomado el equivocado, que el mio es otro paralelo.
Sólo me falta esa otra persona, esa otra persona y los partos los asistiré en el domicilio.

Mañana guardia de 24 horas. Encima 24 horas!!!! Cuando lo que muchas veces quiero es salir de allí.

sábado, 3 de agosto de 2013

Capítulo 87: Que no te engañen.

Sólo hay un bien, el conocimiento, sólo hay un mal, la ignorancia.
Socrátes


Sabéis los que me seguís a través de este blog cuál es mi filosofía de trabajo: parto respetado, parto íntimo, parto no intervenido, actitud expectante, conexión con la mujer, respeto por esa nueva familia, etc.
Tampoco me considero extremista, y respeto en todo momento la decisión de la mujer.
Aquí digamos que empieza mi entrada: epidural si la quieres sí, pero, QUE NO TE ENGAÑEN. No me sirve con que sólo sepáis que es el único medio eficaz que alivia "por completo" (no olvidemos las dichosas lagunas) el dolor, no. En esta vida todas las decisiones tienen su parte buena y su parte mala, pero tendemos, en este caso, a quedarnos con la buena y a ignorar, para no espantarnos, la mala.

El otro día en monitores una mujer me dijo: "no sé si ponerme la epidural cuando llegue momento o no, porque las matronas estáis en contra de ella, no?".
En contra? No diría, yo estoy a favor de explicaros en qué consiste la epidural, qué es lo que logra y LOS PERJUCIOS QUE ACARREA. Y con toda esa información y una BUENA PREPARACIÓN AL PARTO, centrada en acabar con ese miedo/pánico al parto que os invade, si la mujer considera que necesita la epidural, que se la ponga y no se hable más.
Odio cada vez más la falta de información y ya no digamos lo que odio la información sesgada.

Porque nadie habla de que la epidural produce una hipotensión materna (unas veces más acusada que otras) que repercute en el bebé, produciendo lo que ya creo que se conoce como "bradicardia postepidural" (al menos así lo llamo yo). Tampoco habla nadie de que suele estancar el parto en mayor o menor medida, ni que debido a la falta de movilidad del cuerpo, entre otras cosas, provoca distocias de rotación (el bebé no se coloca bien para salir), siendo estas dos últimas causas de un mayor índice de parto instrumental y de cesárea. O que también repercute en la recuperación postparto, e incluso se ha estudiado su efecto perjudicial en la instauración de la lactancia materna.

Eso es mejor no hablarlo en las clases de educación maternal, ni centrarse en ese miedo que todas tenéis al parto,  aumentando vue
stra confianza en vosotras mismas, en vuestro bebé y en vuestro cuerpo. Ni explicaros qué función tiene "el dolor del parto" porque no es, como soléis decir, como un dolor de muelas, ni mucho menos, o incluso que podéis tener un parto orgásmico (aunque casi imposible en el medio hospitalario).
Eso no es educación maternal, eso es "les cuento medias verdades".

Epidural sí o no, dejo mi opinión personal a un lado, pero tenéis derecho a decidir con plena información.