sábado, 29 de junio de 2013
Capítulo 85: A partear...
No existe casualidad, y lo que parece un mero accidente surge de las más profundas fuentes del destino.
Anónimo.
Que ya era hora.
La cosa está mal. Años atrás las comadronas teníamos prácticamente asegurado el trabajo nada más terminar la especialidad, al menos durante la época estival. En estos tiempos, puedes considerarte afortunada si tienes un contrato de verano. Este año yo soy una de esas afortunadas. Me ha caído del cielo.
El Lunes me llamaron para cubrir vacaciones de Julio a Septiembre (incluidos) en un hospital IHAN del que tengo buenas referencias. Tengo demasiadas expectativas, y digo demasiadas porque nunca me ha gustado tener expectativas en exceso, eso que mi marido llama HYPE, término extraído de su frikymundo. Todo puede irse al traste con la experiencia, y ya que hasta ahora no he tenido demasiada suerte, las ilusiones las prefiero dejar aparcadas. Pero tranquiliza oir que es un buen hospital, que tienen una EAPN, un protocolo de Lactancia Materna, un protocolo de CPP, en fin, que hay una mentalidad abierta que va a permitir que no sea la hippie, la rara, o la loca.
De nuevo, mudanza. A veces pienso cuando llegará ese momento en el que mi destino arraigue en un sitio concreto, en el que no se mueva más. Desde que terminé enfermería, cuando hice las maletas con 21 años recién cumplidos, he pasado por diferentes puntos del mapa, desde ambos archipiélagos, el Canario y el Balear, hasta diversos puntos del interior peninsular. Voy, vengo, pienso en hacer una vida normal,en decir "punto final, esté es el sitio, aquí me quedo", pero no puedo. Ni mi sitio actual es mi último punto, ni el sitio al que voy a trabajar, y según están las cosas creo que me quedan muchos trotes.Suena romántico, aventurero, pero llega un punto en el que aburre un poco. Me gustaría tener estabilidad, pensar en el futuro, hacer planes, pero mi vida se basa en improvisar.
Sea como sea, parto el Lunes. Maletero y ganas bien cargadas, miedo el justo, aunque a veces me sobrepase un poco salgo ganando en la batalla. Incertidumbre, dispuesta a adaptarme cual organismo en plena evolución. Pero sobre todo, dispuesta a ser esas manos que sostienen y esas palabras que alientan y dan fuerza. Dispuesta a dar la bienvenida a nuevas vidas que se merecen el mejor de los comienzos.
To be continued....