Nunca desistas de un sueño. Sólo trata de ver las señales que te lleven a él.
Paulo Coelho
No he podido evitarlo. Al leer nuevos blogs de nueva gente que se prepara el EIR para ser matrona (cada vez hay más blogs y me alegro), he recordado todo de nuevo.
Parece que después de estos dos años lo había olvidado, pero es completamente inolvidable. Quizá esos sentimientos que viví hayan quedado un poco enterrados por las nuevas e intensas vivencias, pero he conseguido recuperarlos.
El dormir todas las noches imaginando como te sentirías al saber que tienes plazas. Imaginando tu primer día de residencia, asistiendo un parto, aprendiendo en clase, etc.
Ese sentimiento que te movía, que te impulsaba a seguir, a levantarte por la mañana y abrir el libro y comértelo con patatas porque quería sentimientos reales, necesitaba hacerlo realidad, necesitaba dedicarme a lo que quería desde que tenía 11 años!. Y en los descansos?? pues a soñar despierta, a ponerte una canción (en mi caso, marchin on de one republic) y seguir imaginando. Y tras esos 5 minutos o 10 de descanso, de nuevo a pelearme con el libro.
Ir por la calle y de nuevo en tu mundo, ¿sería todo realmente tan bueno como imaginaba?.
Y una vez que consigues plaza...INDESCRIPTIBLE.
El día que salían las listas provisionales decidí irme al cine con mi novio a eso de las 10 para no comerme la cabeza. LLegué a casa a las 12 y media. Encendí el ordenador. Recuerdo que estaba nerviosa, pero segura. Y lo ví, vi ese número, y en milésimas de segundo todo se hizo real, uno de los sentimientos más intensos que había vivido nunca, mejor de lo que había imaginado, y GRITÉ y mi madre saltó de la cama y me abrazó. Mi novio me besó. Yo no lloré al contrario de lo que creía, sólo era capaz de sonreir, bueno, de reir con una risa nerviosa, estaba EN EL CIELO. Deseaba que llegara el día siguiente para decírselo a todos. Dormí como una reina, ni siquiera sé si soñé, pero no me hacía falta, MI SUEÑO YA ERA REAL.
Y a partir de ahí hasta la elección de plaza fue como vivir en una nube porque no me lo terminaba de creer, sabía que había pasado, que lo había conseguido, pero parecía que era todo un sueño.
Y ahora estoy aquí a 40 días de terminar la residencia, a 40 días de un nuevo cambio. A 40 días de que sea más real aún y oficialmente sea COMADRONA.
Así que si algún opositor EIR me lee, que luche, que sólo este sueño sea el motivo para seguir y que este sueño ensombrezca todos esos sentimientos negativos que surgen por el camino, porque cuando lo consigues todo el esfuerzo habrá merecido la pena.