domingo, 10 de febrero de 2013

Capitulo 82: Un día de lluvia.

Lo que niegas, te somete, lo que aceptas, te transforma
Carl Jung

Parece que estos días tristes, de cielo gris y lluvia, de silencio, impulsan un poquito más los sentimientos, o al menos el hecho de querer reflejarlos.
No vengo a decir nada concreto, no pretendo que saqueis nada en claro, simplemente me mueve hoy, después de tanto y tanto tiempo, el hecho de escribir por escribir mientras observo por la ventana de mi cuarto como van cayendo las gotas de lluvia. Quizá también mi circunstancia actual, que se puede resumir mal y rápido en "mi culo pegado a una silla y mis ojos a muchas hojas", actúe un poco también como detonante.

Llevo tiempo con esa frase metida en la cabeza: "lo que niegas, te somete, lo que aceptas, te transforma". Es cierto que don google nos da millones y millones de frases, que nuestros facebook están sde cientos de ellas, pero de repente a mi esta me impacto, y me impacto mucho.
Desde que empecé a estudiar psicología estoy descubriendo muchisimas cosas. Me atrae más incluso que al principio. Y aunque reconozco que mi motivo principal para estudiar psicología es aplicarla a mi trabajo como matrona (nada ni nada ensombrece esa vocación), he de reconocer que me sumerge en mis propios pensamientos hasta el punto de abstraerme de todo.
Ahora le doy explicación a todo: "está usando el pensamiento contrafáctico al alza" "este anuncio usa el principio psicologico de validación social para influirnos" "creo que el motivo que prima en mi es el motivo de logro, y desde luego no el de poder". Le empiezo a poner nombre a las cosas, a encontrarles explicación, a saber como somos influidos incluso sin que nos demos cuenta.

De todas formas, me desvio del tema; "lo que niegas, te somete, lo que aceptas te transforma". Y entonces me doy cuenta de todo lo que me niego y sé las poquitas cosas que acepto. Digamos que estoy atravesando un época que no se puede describir como mala, yo diría incluso que no se puede colocar ni siquiera en un contínuo en el que los dos polos opuestos sean "muy bueno" y "muy malo". Digamos que lo que estoy viviendo es una especie de transformación consciente, algo así como una introspección, una autoobservación.

Entré hace unos meses en una vorágine que sí que se podría situar en ese continuo que os he dicho, y que se colacaría en el extremo "muy malo". Esa vorágine además estaba acentuada por el estrés preboda, por la falta de control en todo. Esa falta de control me hizo ver de repente que soy una perona que necesita tener esa sensación de control en todos los ámbitos de su vida, incluso en los que objetivamente es imposible controlar ni predecir. Y esa falta de control me desquiciaba, no la sorportaba

Comenzó un arduo camino, duro hasta ahora y duro continuará siendo, porque hay cosas con son difíciles de aceptar porque "a ti nunca te pasan", porque "tú controlas todo". Una. época en la que necesitaba desprenderme de todo y mirar hacia atrás y ver dónde estaba el comienzo.

Y os preguntareis ¿y por qué escribes algo así, algo de tu intimidad en un blog que iniciaste para describir tus días como RESISTENTE de matrona?. Pues simplemente porque esa etapa también afectó a estas lindes....

CONTINUARÁ






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