jueves, 30 de septiembre de 2010

Capítulo 33: Rocío.

Rocío. Así se llama "mi primer parto". El primer parto atendido por mi y por la matrona.
¿Sensaciones? ni sé explicarlas. Entre nervios y emoción, mucha emoción.
Llevé su dilatación, el parto y el posparto inmediato.

La mujer y su pareja eran un encanto. Me presenté como la residente de matrona. Pregunté el nombre de la pequeña, Rocío (nunca se me olvidará), y establecimos muy buena relación.

Me dejó hacerle todo, tactos, rotura de bolsa, y el parto.

A eso de las 12 y media de la noche la matrona me dijo que la íbamos a pasar a paritorio.
Sus palabras fueron literalmente estas: "te vistes tu y yo sólo me pongo guantes".
De repente el estómago me hizo algo raro, jeje, pero la emoción fue súper grande.
Yo le dije "y me lo dices así?, sin preparación psicológica previa?".

El caso es que me vestí.
Ya estábamos en paritorio. La matrona apagó todas las luces, sólo dejó el foco, pero apartado un poquito, para que alumbrara lo justo. Su intención era crear un ambiente íntimo.
Sólo estábamos nosotras 2, la uxiliar, la parturienta y su pareja. Nada más, ni ginecólogos, ni gente mirando. Perfecto, una cosa menos de la que preocuparme.

Delia (así se llama la mujer) empujaba muy bien. La matrona me iba explicando todo lo que tenía que hacer, paso a paso, con calma. Yo ya no estaba nerviosa, sólo concentrada en la cabecita de rocio, que ya asomaba, y en el periné de la mamá. Lo protegí como me dijo la matrona. En dos empujones la cabeza de Rocío había salido.
Rotó y la matrona me enseño como tenía que salir el resto del cuerpecito. Fue directa al regazo de su madre, que estaba llorando, y su marido igual. Estaban muy emocionados!. Pincé el cordón cuando dejó de latir. Saqué la sangre para el ph y para el hemograma. Observé el periné. Desgarro de I grado. Una pequeña sutura. Sale la placenta. Se revisa.

La matrona enseñó a la auxiliar (que había empezado en partos hace poco), a realizar todos los pasos con el bebé encima de la mamá, para no estropear el piel con piel.
Pesó 4,020 kg. Era preciosa, la verdad. En seguida se puso al pecho. La verdad es que la mamá sabía muy bien y a penas necesitó ayuda.

Cuando la pasamos de nuevo a la habitación, fui a ver si necesitaba ayuda con la lactancia, pero no hizo falta. Les volví a dar la enhorabuena, y no hiceron más que darme las gracias, ES ALGO PRECIOSO!. Incluso me preguntaron que cómo me había ido para ser la primera vez!!, les dije que muy bien, que había sido uno de los partos más bonitos que he visto.

No tengo palabras. Es emocionante, es algo perfecto.
Me voy quitando poco a poco ese miedo, e incluso me empiezan a gustar las noches si son más o menos tranquilas. Son mejores, porque no hay tanta gente en el paritorio, es más íntimo y yo me siento menos observada.

Mañana ya empiezo la rotación, durante dos meses seguidos, por partos, más las guardias. La verdad es que estás dos guardias que he hecho estos dos últimos días me han venido genial.

Ya os iré contando más cosillas.

martes, 28 de septiembre de 2010

Capítulo 32: De las cosas de partos

Tengo que hacer una entrada rapidita. Son las 3 de la tarde. Me acabo de despertar y ya he comido. He salido de esta guardia muerta de cansancio,pero muy muy contenta.
Ha habido 5 partos, de los cuale sólo he podido estar tranquilita y atenta sólo de aprender en uno, el del final.

Llegué al trabajo a las 10 menos cuarto (siempre llego demasiado pronto, aunque me proponga llegar más tarde). Sólo había dos matronas, la 3º se había cogido el día libre. La noche se notaba ajetreada.
En la M3 había una mujer dilatada del todo, multípara.
Entro con la matrona para iniciar los pujos con la mujer.
Le tacto, y noto como con cada empujón, el bebé baja, pero luego, vuelve a subir. Parece que va a costar un poco. La mujer sigue empujando, mientras la matrona me pide el favor de ir llamando a los celadores para pasar a paritorio. Me explica que en las multíparas nunca se sabe, en el sentido de que a lo mejor están verdes, y de repente se acelera todo. Literalmente me dijo: "si sigue empujando así, lo tenemos aquí".
Llamé al celador, pedí que fueran preparando el paritorio y volví a la habitación....SORPRESA!!LA CABEZA DEL BEBÉ ESTABA FUERA!!!, me quedé a cuadros!!!.
Mientras la matrona corría para ponerse simplemente unos guantes y recibirlo, de repente sale el resto del cuerpo. Ahí estaba, sin comerlo ni beberlo, un bebé que nació sin la ayuda de nadie, el solito, directo al colchón.
Creo que todavía estoy flipando, y más que nada por mi incredulidad. Sólo había visto partos en los que el expulsivo cuesta, sale la cabeza poco a poco, y luego se tracciona del hombro anterior y posterior para el expulsivo completo, y de repente llego una noche, después de casi un mes de vacaciones, y veo como nace un niño completamente sólo. Ha sido increible.
El niño con un apgar de 9/10, tan panchito.
Lo mejor de todo, es que luego pasamos a paritorio para el alumbramiento de la placenta, y mientras nos estábamos poniendo lo básico para poder atenderla, de nuevo sorpresa, la placenta sale sola. ¡como todas las mujeres fueran así nos quedábamos sin trabajo! jajaja.
Y lo más alucinante de todo, un sólo punto, y por darlo, porque tenía un desgarro mínimo!!!.

El resto de la noche fueron llegando ingresos (muchos!), y de repente se juntaron a la vez 3 partos. Sinceramente, tuve que hacer las veces de auxiliar de la resi de gine (majísima, por cierto), porque no había personal.
Esta fue otra. Llegó dilatada de 8 cm. De repente a los 10 minutos de pasarla para la habitación, le dan ganas de empujar.Llamamos a la resi de gine. Comienzan los pujos. De nuevo corriendo a paritorio, y sí, nos dió tiempo de llegar al paritorio, lo que no de ponerla en la mesa de partos, así que otro parto en la cama, y vino Nicolás al mundo. La mujer estaba tan feliz, tan animada, tan sin epidural, y yo flipando otra vez. Esta si que tubo un desgarro, y hubo que coserla, pero tampoco fue peor que una episiotomía.

Y luego, la última. De nuevo sin epidural. La mujer no dijo esta boca es mía con ninguna contracción. La pasamos a partos, más tranquilitas, la matrona, la auxiliar y yo. ERA UNA BOLSA ÍNTREGA!!!, era una pasada, ver salir una especie de globo con líquido. Me estaba encantando, pero la matrona me dijo que partos se estaba volviendo a poner a tope, y que iba romperla, así que me despedí de la experiencia y la rompió. Eso sí, me dijo que si tuviera más tiempo lo haría, que no era la primera vez y que lo vería a lo largo de la residencia.
Ahora se veía el pelito, como salía poco a poco, mientras la matrona solamente lo esperaba. Ni masaje perineal (demostrado científicamente que no sirve para nada) ni nada. Me dijo "esto es lo dificil, esperar sin hacer nada, pero es lo mejor", la mujer empujaba de maravilla, y ni un solo grito, poco a poco, con calma.
El periné si iba distendiendo poco a poco, la cabeza avanzaba lentamente. Salió con mucha tranquilidad, y con el único grito que pegó esa mujer en toda la noche, un grito con el que me quedaré grabado por siempre, como si fuera el último esfuerzo que hiciera en su vida. Y salió la cabeza. La matrona lo recibió y se lo puso a la madre piel con piel. Esperó a que el cordón dejara de latir, y cortó. Y también lo más increible de todo, ni un mísiero desgarro. Nada de nada, periné íntegro.

Ha sido yo creo que de las noches más cansadas que he tenido. Ingresos, pérdidas de vías (vuelta a cogerlas), partos a la vez...pero ha sido simplemente genial.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Capítulo 31: Sobre la circular de cordón.

Acabo de ver este vídeo y me ha encantado, no sólo por la temática, (sólo una de cada 10 circulares es indicación real de cesárea), es que el primer parto que se ve me ha quedado maravillada. Fijaos en el movimiento de las manos de la matrona (o matrón), que dulzura, que cariño, y como se calma el bebé cuando el matrón le pone la mano en el abdomen.
Simplemente es alucinante, y parece mentira que la dulzura en un parto nos maraville, cuando debería de ser lo más normal del mundo.
No hago más que ver diferencias entre un parto en el hospital y un parto en casa, o en el agua, o donde sea, pero completamente respetado, aunque he de reconocer que me dan miedo, pero ahora mismo, en general, tengo miedo, jeje, así que eso no es excusa.

Os dejo con el vídeo. Disfrutadlo y aprendamos.



miércoles, 22 de septiembre de 2010

Capítulo 30:Del regreso

No hay despedidas más grandes que un regreso.
Cantervill

Volver...después de pasar 26 días con mi familia, con mis amigos, con mi sobrina, de ver su primer día de colegio, de jugar con ella, de pasar tiempo con mi madre, de ayudarla, de reirme con Susana, de ser su apoyo y ella el mio, de ver a mis suegros, a mis cuñadas, de ir, de venir, de hacer de todo menos estudiar y estar preocupada...Ahora vuelvo, ahora me veo de nuevo en una ciudad encantadora, pero que no es la mia, en una casa que pago yo, pero que tampoco es la mia, ahora vuelvo a la soledad que siento cuando llego a casa de trabajar y la mayor parte de los días no hay nadie. A tragarme el miedo cuando lo que me gustaría gritar es " ESTOY ACOJONADA, NO PUEDO", a luchar contra él, con lo que me cuesta, con lo fácilmente que me vence, porque sabe que soy vulnerable, que mi mente tiene muchas heridas fáciles de volver a abrir.

Pero vuelvo, y supongo que eso es lo que importa.
Al menos tengo a mi vida al lado, aunque sea a días. Sé que te tengo, que siempre vuelves, y lo haces con tu mejor sonrisa, diciendo que me echas de menos cuando no estás conmigo, que va a ser duro pero tenemos que superarlo, y me abrazas, todos y cada uno de los días que estás conmigo, y no sé cuantas veces al día lo haces, pero todas y cada una de ellas me dan la vida.
Y me llenas la mente de pájaros, pensando en ese futuro que tanto ansío, comprar un terrenito en nuestra ciudad, construir una casa, y que haya niños correteando en el jardín, y a veces eso es lo que me hace seguir adelante, porque todo tiene una razón de ser, siempre hay una meta, y la mia es esa, porque simplemente quiero ser feliz.

Vuelvo mañana. Toca madrugar de nuevo, toca empezar otra vez después del parón que me ha sabido a gloria bendita. No sé si vuelvo con ganas, pero sé que vuelvo con miedo.
Sólo me queda decir una cosita que mi sobrina dice cada 3 minutos y que puede llegar a sacarte de quicio: ¿POR QUÉ?.