Capítulo 54: No sé si tirarme al tren o al maquinista.

Mi estado de ánimo indíca que más bien al tren!. No sé ni por dónde empezar a escribir. He estado unos días con mi familia, la friolera de 2 días y medio después de 2 meses sin verla!. Pero como siempre, me vengo casi peor de lo que fuí!. - Princesita, dame un beso y un abrazo, que no nos vamos a volver a ver en dos meses. -(Princesita responde), mañana nos vemos y jugamos a los caballitos. Aquí la tía de princesita casi se la come a besos, pero la tía de princesita sólo sentía un nudo en la garganta y ganas de mandarlo todo al traste y quedarme con ella. Sólo hacía que pensar "me estará esperando mañana?", pero mañana su tía iría de regreso a la city, a la ya odiada city (como cambian las cosas). He jugado con mi princesita, que en unos días cumple la asombrosa cantidad de tres pedazo de años. Esa niña me fascina, me encanta estar con ella porque es la felicidad en estado puro, sin moldear por la mierda de sociedad, porque es así, porque los niños son los seres humanos más inteligentes. Que pena que luego nos idioticemos. Yo no hago más que aprender a su lado, vuelvo a ser una niña sin una sola preocupación, vuelvo a reir de verdad, a disfrutar, a olvidarme del mundo,y eso sólo me lo da ella, y eso sólo lo puedo tener prácticamente un instante cada dos meses. Y luego llegas aquí, destrozada porque sabes que no la vas a volver a ver hasta Dios sabe cuándo, y sabiendo que siempre que vayas a verla, va a ser casi instantáneo, para luego volver a estar en el mismo punto, aquí, pegada todas las tristes tardes y casi todo el fin de semana a la pantalla del ordenador, haciendo trabajos, buscando información hasta de debajo de las piedras, intentando hacerlo lo mejor posible, como me han enseñado desde pequeñita, para luego no obtener nada, ni bueno, ni malo, simplemente nada. Y pasan los días y ves que no avanzas en nada pero al mismo tiempo que se te acomulan los apuntes, los trabajos, las evaluaciones... No estoy triste, no estoy de mala leche, no estoy frustrada, estoy agotada de aguantar y aguantar, de hacer y hacer y no obtener una simple palmadita en la espalda "lo has hecho bien". Esa parte del refuerzo positivo me toca currármela a mi. Mañana doy la charla de educación maternal "cuidados del recién nacido". Espero no aburrirlas y que se me ocurra algo original para no estar todo el rato yo dando la chapa. Pero él, el factor estresante, es lo que me pone nerviosa, siento que con él no puedo ser yo, no estoy agusto, no estoy "abierta", no soy espontánea. En vez de "el blog de mi residencia" parece "el blog de mis pesadumbres y quejas durante mi residencia". Siempre se suele escribir y expresar lo malo, porque es una forma de desahogarte. Lo bueno apetece vivirlo y saborearlo, jejeje. No te rindas, aún estás a tiempo De alcanzar y comenzar de nuevo, Aceptar tus sombras, Enterrar tus miedos, Liberar el lastre, Retomar el vuelo. No te rindas que la vida es eso, Continuar el viaje, Perseguir tus sueños, Destrabar el tiempo, Correr los escombros, Y destapar el cielo. No te rindas, por favor no cedas, Aunque el frío queme, Aunque el miedo muerda, Aunque el sol se esconda, Y se calle el viento, Aún hay fuego en tu alma Aún hay vida en tus sueños. Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo Porque lo has querido y porque te quiero Porque existe el vino y el amor, es cierto. Porque no hay heridas que no cure el tiempo. Abrir las puertas, Quitar los cerrojos, Abandonar las murallas que te protegieron, Vivir la vida y aceptar el reto, Recuperar la risa, Ensayar un canto, Bajar la guardia y extender las manos Desplegar las alas E intentar de nuevo, Celebrar la vida y retomar los cielos. No te rindas, por favor no cedas, Aunque el frío queme, Aunque el miedo muerda, Aunque el sol se ponga y se calle el viento, Aún hay fuego en tu alma, Aún hay vida en tus sueños Porque cada día es un comienzo nuevo, Porque esta es la hora y el mejor momento. Porque no estás solo, porque yo te quiero. Mario Benedetti No te rindas.