De nuevo ha vuelto a salir a relucir por las redes sociales, foros y blogs el tema el intrusismo en nuestro campo.
Uno de los argumentos en que se amparan, por ejemplo, muchas doulas, es que las matronas no estamos formadas, o no prestamos cuidados llamemoslos psicológicos, espirituales o de acompañamiento a la mujer.
Siempre que leo tales argumentos pienso en una clase que tuve durante la residencia que me gustó especialmente, tanto por el hecho de la persona que la daba, lo que se curro ese seminario y cómo lo trasmitía, como por el propio material en sí: "HISTORIA Y DESARROLLO DE LA PROFESIÓN DE MATRONA".
Hoy no sólo lo he vuelto a recordar, si no que lo he vuelto a sacar de su cajón para ponerlo de nuevo sobre mi mesa.
Para saber a dónde vamos, hay que saber de dónde venimos. Recordar cuál es nuestro sitio, por qué surgió nuestra figura, es indispensable para marcar el camino que queremos seguir, para no desviarnos del mismo, para hacer ver a la población cuál es nuestro verdadero cometido.
Cuál es la historia de la matrona?.
En primer lugar creo que se cometió un error al denominarnos a las comadronas como matronas: La palabra COMADRONA proviene de CO-MADRE, en el mismo nivel que la madre, mientras que la connotación de la palabra MATRONA está rodeada de un halo de autoridad, ya que era la mujer que transmitía los valores de la sociedad patriarcal en la antigua Roma.
Como véis nada tiene que ver lo uno con lo otro. La mujer tiene que entender que somos su COMADRONA, que somos su acompañante en el proceso, que estamos, como dice el párrafo, al mismo nivel.
De cualquier forma la figura de la partera siempre ha existido pero con diferentes nombres. Y si vemos sus denominaciones y significados en otras partes del mundo podemos hacernos una idea de lo que realmente implica el arte de ser comadrona. Algunos incluso se quedarán sorprendidos de la profundidad que implica ser comadre. Veamos algunos ejemplos:
- Ser partera significa literalmente estar "con la mujer" (inglés antiguo). Inglés actual: midwife
- La que sostiene (Navajo)
- La madre tierra (India y Dinamarca)
- Madre de la tierra (Jordmor) porque la mujer experimentada que ayudaba en el parto, levantaba ritualmente al bebé, nacido sobre la Tierra, para entregárselo a la madre (Noruega).
- La mujer que masajea, la que recoge al bebé, la que dirige al niño con su mano para que esté con nosotros, la mujer que baña, la mujer que sostiene la pelvis y la mujer que sostiene a la mujer por detrás (todos usados en Japón).
- La mujer sabia (Francia): Sage-femme.Evoca la sabiduría adquirida con la edad.
- La madre de cordón (Inuit-tribu canadiense)
- La abuela del cordón umbilical (Nicaragua).
- Partera, de partos o de parir (Argentina y México). En estas culturas la partera tiene una relación que dura toda la vida con el niño. Ella se convierte en partera de la familia.
Con ello queda claro que la función de la comadrona no sólo es atender el parto, o dar unas clases de educación maternal de manera exlusivamente técnica, obviando el apoyo emocional. La función de la comadrona es dar aliento, sostener, apoyar, ayudar, escuchar.
No puedo meterme de lleno en nuestra historia porque me extendería demasiado, pero terminemos con la parte final del seminario, que voy a copiar textualmente:
CONCEPTOS CLAVE DE LA PROFESIÓN DE MATRONA
Los conceptos clave de la profesión de Matrona, que defienden el papel especial de la matronas para promover la salud de la mujer y de las familias incluyen:
- Trabajar CON las mujeres para promover su autocuidado y salud, la de sus hijos y la de su familia
- RESPETO POR LA DIGNIDAD HUMANA que considera a las mujeres como POSEEDORAS DE TODOS LOS DERECHOS HUMANOS
- LA DEFENSA DE LAS MUJERES PARA QUE SUS VOCES SEAN ESCUCHADAS
- SENSIBILIDAD ANTE LOS VALORES CULTURALES
- TRABAJAR CON LAS MUJERES Y OTROS TRABAJADORES SANITARIOS PARA INTENTAR SUPERAR AQUELLAS PRÁCTICAS CULTURALES QUE SON PERJUDICIALES PARA LAS MUJERES Y LOS NIÑOS
- PONER ÉNFASIS EN LA PROMOCIÓN DE LOS CUIDADOS DE SALUD Y LA PREVENCIÓN DE ENFERMEDADES
- CONSIDERAR EL EMBARAZO COMO UN PROCESO NATURAL DE LA VIDA
EL MODELO DE CUIDADOS DE LA MATRONA
El modelo de cuidados que presta la matrona se basa en el principio de que el embarazo y el parto son acontecimientos normales de la vida. Dicho modelo incluye: control del bienestar FÍSICO, PSICOLÓGICO, ESPIRITUAL Y SOCIAL de la mujer/familia a lo largo del ciclo reproductor; proporcionar a la mujer educación individualizada, ACONSEJARLE, proporcionarle cuidados prenatales; asistencia continuada durante el trabajo de parto, el nacimiento y el periodo del postparto, minimizar las intervenciones tecnológicas...
Esto fue lo que me enseñaron durante la residencia, esta es la parte que más me gusta de ser comadrona, ESTAR CON Y PARA LA MUJER, escuchar, comprender, aconsejar sin juzgar, hacer que viva su parto, que lo disfrute teniendo toda la seguridad que yo como profesional le puedo proporcionar, sabiendo que estoy formada para ello.
Esa parte que parece olvidada pero que es la esencia de ser comadrona, esa parte que es histórica.
Es un argumento en el que no se pueden escudar porque ser comadrona es algo que va mucho más allá de la parte "técnica". Reconozco que hay matronas, y no comadronas en los hospitales, que muchas trabajan de ello, pero no SON ello, que se han olvidado o que la presión asistencial ha hecho que se olviden de la parte más importante de su profesión. Yo, desde que supe que quería ser comadrona, lo quería ser para apoyar, para vivirlo, para formar parte de ese momento indescriptible.
Algunos fisios incluso reclaman ya estar en sala de partos (al menos lo he leído en algún foro), las doulas idem de idem... mujer ¿cuántas personas necesitas para parir a tú bebé? a veces, incluso, nosotras sobramos.
¿Acaso no sabes parir tú sola? queremos empoderar a la mujer, queremos transmitirle que ella sola puede, que tiene ese poder, y a la vez le decimos que es necesario una serie de profesionales para que pueda parir con placer.
Yo no tengo esa idea, no sé si me estaré equivocando.
Si aún después de todo lo que he comentado,sigues creyendo que necesitas ese otro profesional a tu lado, adelante, es tu parto, tú decides.
miércoles, 30 de octubre de 2013
lunes, 16 de septiembre de 2013
Capítulo 89: Fin y principio
Una persona sin un fin práctico a la vista se convierte en una manivela o un idiota.
Y se acabó. No voy a hablar de los resultados porque sería repetir lo mismo que vengo diciendo cada vez que salgo de un hospital, y estaréis cansados de la misma retahíla durante dos veranos seguidos.
Eso sí, los puntos positivos no me los dejo:
- No más miedo a los meconios (genial!)
- Defenderme yo solita en paritorio con cuatro mujeres a la vez de parto más urgencias de gine y obstetricia, que se dice pronto...vamos, coger tablas, que se dice en la jerga común, a base de palos, pero tablas, al fin y al cabo.
Y terminado, de vuelta en casa (hogar, dulce hogar!, cómo lo echaba de menos), y de nuevo al lado de los míos, bueno, más bien del mio, que tanto he añorado, comienzan, entonces los proyectos.
Sí, por fin le voy a dar forma, que luego lo ponga o no en práctica es otra cosa, eso ya depende de los ovarios que le eche, lo cuál depende del día y del ánimo con que me levante. De momento, pasito a pasito, mañana empiezo a poner las cartas sobre la mesa y ordenarlas.
Ya sabéis que siempre he dicho que lo mio no son los hospitales. Pues bien, ha llegado el momento de plantearse el dejarlo y coger otro rumbo, un rumbo más humano, más de tú a tú, sin olor a enfermedad, sueros o látex, con olor a hogar, a calle, a grupo.
Según lo voy escribiendo no sé si vence la ilusión al miedo o al contrario. Supongo que es normal que los dos sentimientos se enfrenten.
Es cierto que si tuviera a esa otra persona, esa otra compañera, ese apoyo, todo sería distinto. Pero no lo tengo, así que me tengo que enfrentar a ello sola, tengo que empezar sola.
De momento sólo es un proyecto, así que me voy a centrar sólo en eso.
Todo eso unido a que empiezo el segundo año de psicología me hace pensar que voy a tener un año poco aburrido al menos, no sé si con los resultados adecuados, pero poco aburrido.
Ya se sabe que un fin siempre lleva aparejado un principio...
Alexander Graham Bell
Y se acabó. No voy a hablar de los resultados porque sería repetir lo mismo que vengo diciendo cada vez que salgo de un hospital, y estaréis cansados de la misma retahíla durante dos veranos seguidos.
Eso sí, los puntos positivos no me los dejo:
- No más miedo a los meconios (genial!)
- Defenderme yo solita en paritorio con cuatro mujeres a la vez de parto más urgencias de gine y obstetricia, que se dice pronto...vamos, coger tablas, que se dice en la jerga común, a base de palos, pero tablas, al fin y al cabo.
Y terminado, de vuelta en casa (hogar, dulce hogar!, cómo lo echaba de menos), y de nuevo al lado de los míos, bueno, más bien del mio, que tanto he añorado, comienzan, entonces los proyectos.
Sí, por fin le voy a dar forma, que luego lo ponga o no en práctica es otra cosa, eso ya depende de los ovarios que le eche, lo cuál depende del día y del ánimo con que me levante. De momento, pasito a pasito, mañana empiezo a poner las cartas sobre la mesa y ordenarlas.
Ya sabéis que siempre he dicho que lo mio no son los hospitales. Pues bien, ha llegado el momento de plantearse el dejarlo y coger otro rumbo, un rumbo más humano, más de tú a tú, sin olor a enfermedad, sueros o látex, con olor a hogar, a calle, a grupo.
Según lo voy escribiendo no sé si vence la ilusión al miedo o al contrario. Supongo que es normal que los dos sentimientos se enfrenten.
Es cierto que si tuviera a esa otra persona, esa otra compañera, ese apoyo, todo sería distinto. Pero no lo tengo, así que me tengo que enfrentar a ello sola, tengo que empezar sola.
De momento sólo es un proyecto, así que me voy a centrar sólo en eso.
Todo eso unido a que empiezo el segundo año de psicología me hace pensar que voy a tener un año poco aburrido al menos, no sé si con los resultados adecuados, pero poco aburrido.
Ya se sabe que un fin siempre lleva aparejado un principio...
domingo, 18 de agosto de 2013
Capítulo 88: De hospitales y rutinas
A menudo uno encuentra su destino en el camino que elige para evitarlo.
Película Kunfu Panda ( no sé de quién es la frase)
Dos años igual. Mucha alegría al recibir la llamada, la noticia del contrato. Ilusión, ingenua ilusión...
Este año estaba si cabe aún más contenta, empezaba a trabajar en un IHAN, qué más podía pedir.
Pero de nuevo la desilusión, las rutinas, las prisas, las formas, el hacer por evitar un supuesto mal y provocar uno real.
CON CUÁNTO MIEDO SE TRABAJA EN LOS HOSPITALES!??. Por qué da tanto pánico el parto? Por qué se enfoca como un peligro, como una bomba de relojería que puede explotar en cualquier momento?? Porque no se dan cuenta de que si no quieres que te explote la bomba es mejor no tocarla?.
El otro día leí una frase: "nos regalan miedo para vendernos seguridad". Eso es exactamente lo que pasa en torno al parto. Metemos miedos, los incentivamos, los cocinamos a fuego lento durante todo el embarazo y luego vendemos el kit sin encontrar ninguna resistencia...como para no dejarte hacer, si esto es un peligro!!!. Siempre, siempre hay algo: si no es la tensión, son las glucemias, si no gestaciones prolongadas o sobrepeso, cesárea anteriores, demasiado jóven, demasiado mayor, feto macrosomico, pequeño para la edad gestacional, poco liquido, mucho liquido... Para tener todo dentro de los parámetros normales tiene que haber una alineación planetaria en dos galaxias a la vez...
Y aunque sea un IHAN, las inducciones innecesarias se siguen dando, las cesáreas por riesgo de parto eutocico también, la oxitocina se administra sin talento alguno, las prisas son las mismas, etc.
Quizá fui una ingenua al pensar que esto sería distinto. Tonta de mi, pensé encontrar respeto al parto y al embarazo.
En el hospital soló encuentro miedo y enfermedad, y lo malo es que a mi me lo contagian. No hay tranquilidad. Siempre a la espera de que ocurra algo. Todo tan cuadriculado y tan medido, tantas horas, centímetros, porcentajes y gotas por minuto. Nos guían números subjetivos y pasamos por alto lo que la mujer nos comunica, tanto de forma verbal como no verbal.
Se puede "medir" el parto? Se puede "controlar", no en el sentido de vigilar, si no de conducirlo?.
De nuevo me doy de bruces con la realidad. De nuevo el camino me recuerda que he tomado el equivocado, que el mio es otro paralelo.
Sólo me falta esa otra persona, esa otra persona y los partos los asistiré en el domicilio.
Mañana guardia de 24 horas. Encima 24 horas!!!! Cuando lo que muchas veces quiero es salir de allí.
Película Kunfu Panda ( no sé de quién es la frase)
Dos años igual. Mucha alegría al recibir la llamada, la noticia del contrato. Ilusión, ingenua ilusión...
Este año estaba si cabe aún más contenta, empezaba a trabajar en un IHAN, qué más podía pedir.
Pero de nuevo la desilusión, las rutinas, las prisas, las formas, el hacer por evitar un supuesto mal y provocar uno real.
CON CUÁNTO MIEDO SE TRABAJA EN LOS HOSPITALES!??. Por qué da tanto pánico el parto? Por qué se enfoca como un peligro, como una bomba de relojería que puede explotar en cualquier momento?? Porque no se dan cuenta de que si no quieres que te explote la bomba es mejor no tocarla?.
El otro día leí una frase: "nos regalan miedo para vendernos seguridad". Eso es exactamente lo que pasa en torno al parto. Metemos miedos, los incentivamos, los cocinamos a fuego lento durante todo el embarazo y luego vendemos el kit sin encontrar ninguna resistencia...como para no dejarte hacer, si esto es un peligro!!!. Siempre, siempre hay algo: si no es la tensión, son las glucemias, si no gestaciones prolongadas o sobrepeso, cesárea anteriores, demasiado jóven, demasiado mayor, feto macrosomico, pequeño para la edad gestacional, poco liquido, mucho liquido... Para tener todo dentro de los parámetros normales tiene que haber una alineación planetaria en dos galaxias a la vez...
Y aunque sea un IHAN, las inducciones innecesarias se siguen dando, las cesáreas por riesgo de parto eutocico también, la oxitocina se administra sin talento alguno, las prisas son las mismas, etc.
Quizá fui una ingenua al pensar que esto sería distinto. Tonta de mi, pensé encontrar respeto al parto y al embarazo.
En el hospital soló encuentro miedo y enfermedad, y lo malo es que a mi me lo contagian. No hay tranquilidad. Siempre a la espera de que ocurra algo. Todo tan cuadriculado y tan medido, tantas horas, centímetros, porcentajes y gotas por minuto. Nos guían números subjetivos y pasamos por alto lo que la mujer nos comunica, tanto de forma verbal como no verbal.
Se puede "medir" el parto? Se puede "controlar", no en el sentido de vigilar, si no de conducirlo?.
De nuevo me doy de bruces con la realidad. De nuevo el camino me recuerda que he tomado el equivocado, que el mio es otro paralelo.
Sólo me falta esa otra persona, esa otra persona y los partos los asistiré en el domicilio.
Mañana guardia de 24 horas. Encima 24 horas!!!! Cuando lo que muchas veces quiero es salir de allí.
sábado, 3 de agosto de 2013
Capítulo 87: Que no te engañen.
Sólo hay un bien, el conocimiento, sólo hay un mal, la ignorancia.
Socrátes
Sabéis los que me seguís a través de este blog cuál es mi filosofía de trabajo: parto respetado, parto íntimo, parto no intervenido, actitud expectante, conexión con la mujer, respeto por esa nueva familia, etc.
Tampoco me considero extremista, y respeto en todo momento la decisión de la mujer.
Aquí digamos que empieza mi entrada: epidural si la quieres sí, pero, QUE NO TE ENGAÑEN. No me sirve con que sólo sepáis que es el único medio eficaz que alivia "por completo" (no olvidemos las dichosas lagunas) el dolor, no. En esta vida todas las decisiones tienen su parte buena y su parte mala, pero tendemos, en este caso, a quedarnos con la buena y a ignorar, para no espantarnos, la mala.
El otro día en monitores una mujer me dijo: "no sé si ponerme la epidural cuando llegue momento o no, porque las matronas estáis en contra de ella, no?".
En contra? No diría, yo estoy a favor de explicaros en qué consiste la epidural, qué es lo que logra y LOS PERJUCIOS QUE ACARREA. Y con toda esa información y una BUENA PREPARACIÓN AL PARTO, centrada en acabar con ese miedo/pánico al parto que os invade, si la mujer considera que necesita la epidural, que se la ponga y no se hable más.
Odio cada vez más la falta de información y ya no digamos lo que odio la información sesgada.
Porque nadie habla de que la epidural produce una hipotensión materna (unas veces más acusada que otras) que repercute en el bebé, produciendo lo que ya creo que se conoce como "bradicardia postepidural" (al menos así lo llamo yo). Tampoco habla nadie de que suele estancar el parto en mayor o menor medida, ni que debido a la falta de movilidad del cuerpo, entre otras cosas, provoca distocias de rotación (el bebé no se coloca bien para salir), siendo estas dos últimas causas de un mayor índice de parto instrumental y de cesárea. O que también repercute en la recuperación postparto, e incluso se ha estudiado su efecto perjudicial en la instauración de la lactancia materna.
Eso es mejor no hablarlo en las clases de educación maternal, ni centrarse en ese miedo que todas tenéis al parto, aumentando vue
stra confianza en vosotras mismas, en vuestro bebé y en vuestro cuerpo. Ni explicaros qué función tiene "el dolor del parto" porque no es, como soléis decir, como un dolor de muelas, ni mucho menos, o incluso que podéis tener un parto orgásmico (aunque casi imposible en el medio hospitalario).
Eso no es educación maternal, eso es "les cuento medias verdades".
Epidural sí o no, dejo mi opinión personal a un lado, pero tenéis derecho a decidir con plena información.
Socrátes
Sabéis los que me seguís a través de este blog cuál es mi filosofía de trabajo: parto respetado, parto íntimo, parto no intervenido, actitud expectante, conexión con la mujer, respeto por esa nueva familia, etc.
Tampoco me considero extremista, y respeto en todo momento la decisión de la mujer.
Aquí digamos que empieza mi entrada: epidural si la quieres sí, pero, QUE NO TE ENGAÑEN. No me sirve con que sólo sepáis que es el único medio eficaz que alivia "por completo" (no olvidemos las dichosas lagunas) el dolor, no. En esta vida todas las decisiones tienen su parte buena y su parte mala, pero tendemos, en este caso, a quedarnos con la buena y a ignorar, para no espantarnos, la mala.
El otro día en monitores una mujer me dijo: "no sé si ponerme la epidural cuando llegue momento o no, porque las matronas estáis en contra de ella, no?".
En contra? No diría, yo estoy a favor de explicaros en qué consiste la epidural, qué es lo que logra y LOS PERJUCIOS QUE ACARREA. Y con toda esa información y una BUENA PREPARACIÓN AL PARTO, centrada en acabar con ese miedo/pánico al parto que os invade, si la mujer considera que necesita la epidural, que se la ponga y no se hable más.
Odio cada vez más la falta de información y ya no digamos lo que odio la información sesgada.
Porque nadie habla de que la epidural produce una hipotensión materna (unas veces más acusada que otras) que repercute en el bebé, produciendo lo que ya creo que se conoce como "bradicardia postepidural" (al menos así lo llamo yo). Tampoco habla nadie de que suele estancar el parto en mayor o menor medida, ni que debido a la falta de movilidad del cuerpo, entre otras cosas, provoca distocias de rotación (el bebé no se coloca bien para salir), siendo estas dos últimas causas de un mayor índice de parto instrumental y de cesárea. O que también repercute en la recuperación postparto, e incluso se ha estudiado su efecto perjudicial en la instauración de la lactancia materna.
Eso es mejor no hablarlo en las clases de educación maternal, ni centrarse en ese miedo que todas tenéis al parto, aumentando vue
stra confianza en vosotras mismas, en vuestro bebé y en vuestro cuerpo. Ni explicaros qué función tiene "el dolor del parto" porque no es, como soléis decir, como un dolor de muelas, ni mucho menos, o incluso que podéis tener un parto orgásmico (aunque casi imposible en el medio hospitalario).
Eso no es educación maternal, eso es "les cuento medias verdades".
Epidural sí o no, dejo mi opinión personal a un lado, pero tenéis derecho a decidir con plena información.
miércoles, 10 de julio de 2013
Capítulo 86: Los comienzos
Siempre sueña y apunta más alto de lo que crees que puedes lograr.
William Faulkner
Todos sabemos que ningún comienzo es fácil, que lo nuevo en parte siempre conlleva cierto temor.
Pero no vengo a hablar de lo fácil o difícil que es empezar, sólo vengo a decir que a pesar de las dificultades, cuando estoy con la mujer en la habitación, solos los tres, o más bien los cuatro, cuando me mira cómplice y me pide con los ojos aunque sea un poco de fuerza para seguir, y con sus gritos me avisa de lo cerca que está el bebé, sin tactos (si no hay epidural), todo lo duro que puedan ser los comienzos se esfuma.
Es una sensación tan placentera, de tanta felicidad, que inunda. El que te agradezcan más con la mirada que con palabras, porque una vez que nace el bebé tú no existes para nada (ojalá esa sensación de no existencia, de que nadie te ve, se diera más veces en la vida), el compartir y ser cómplice de otro nuevo comienzo, hace que las dificultades sean menos dificultades, que los baches merezcan la pena pasarlos.
Y me gustaría que toda mujer embarazada y toda madre supieran lo inmensamente felices que nos llegan a hacer sentir a las matronas que tenemos el lujo de acompañarlas, que no hay otra sensación igual a esa que sus partos nos hacen sentir.
Me da mucha pena que algunas mujeres se sientan mal acompañadas o incomprendidas por sus matronas. Admito que con la carga asistencial que conlleva el hospital no es fácil crear ese clima de confianza, ni pasar si quiera demasiado tiempo con la mujer. Por eso aumentar la calidad del poco tiempo del que podamos disponer es primordial.
En el hospital en el que estoy solo somos una matrona por turno, una auténtica barbaridad. Siempre se amparan en que hay pocos partos, pero paritorio sigue siendo un servicio de urgencias, en el que tan pronto puedes no tener nada como que te venga todo de sopetón. Estoy segura de que en ningún servicio de urgencias hospitalario se les ocurre dejar una sola enfermera por turno. Por qué entonces lo hacen con paritorio?. Estas cosas demuestran que por lo menos para mí, parir en casa en más seguro.
Sigo caminando.
sábado, 29 de junio de 2013
Capítulo 85: A partear...
No existe casualidad, y lo que parece un mero accidente surge de las más profundas fuentes del destino.
Anónimo.
Que ya era hora.
La cosa está mal. Años atrás las comadronas teníamos prácticamente asegurado el trabajo nada más terminar la especialidad, al menos durante la época estival. En estos tiempos, puedes considerarte afortunada si tienes un contrato de verano. Este año yo soy una de esas afortunadas. Me ha caído del cielo.
El Lunes me llamaron para cubrir vacaciones de Julio a Septiembre (incluidos) en un hospital IHAN del que tengo buenas referencias. Tengo demasiadas expectativas, y digo demasiadas porque nunca me ha gustado tener expectativas en exceso, eso que mi marido llama HYPE, término extraído de su frikymundo. Todo puede irse al traste con la experiencia, y ya que hasta ahora no he tenido demasiada suerte, las ilusiones las prefiero dejar aparcadas. Pero tranquiliza oir que es un buen hospital, que tienen una EAPN, un protocolo de Lactancia Materna, un protocolo de CPP, en fin, que hay una mentalidad abierta que va a permitir que no sea la hippie, la rara, o la loca.
De nuevo, mudanza. A veces pienso cuando llegará ese momento en el que mi destino arraigue en un sitio concreto, en el que no se mueva más. Desde que terminé enfermería, cuando hice las maletas con 21 años recién cumplidos, he pasado por diferentes puntos del mapa, desde ambos archipiélagos, el Canario y el Balear, hasta diversos puntos del interior peninsular. Voy, vengo, pienso en hacer una vida normal,en decir "punto final, esté es el sitio, aquí me quedo", pero no puedo. Ni mi sitio actual es mi último punto, ni el sitio al que voy a trabajar, y según están las cosas creo que me quedan muchos trotes.Suena romántico, aventurero, pero llega un punto en el que aburre un poco. Me gustaría tener estabilidad, pensar en el futuro, hacer planes, pero mi vida se basa en improvisar.
Sea como sea, parto el Lunes. Maletero y ganas bien cargadas, miedo el justo, aunque a veces me sobrepase un poco salgo ganando en la batalla. Incertidumbre, dispuesta a adaptarme cual organismo en plena evolución. Pero sobre todo, dispuesta a ser esas manos que sostienen y esas palabras que alientan y dan fuerza. Dispuesta a dar la bienvenida a nuevas vidas que se merecen el mejor de los comienzos.
To be continued....
lunes, 29 de abril de 2013
Capítulo 84: Tomo aire..¿?
Si quieres cambiar el mundo, cámbiate a ti mismo
Mahatma Gandhi
Estoy cansada de esa gente, sí, de esa que pone a España por los suelos en cuanto a la atención al parto normal, a la preparación al mismo, y en general, a todo lo que concierne en este país a la maternidad. Cansada de "yo me formé en el extranjero, donde las cosas están mucho mejor", cansada del "yo me quedo aquí y cuando en España las cosas hayan mejorado, entonces vuelvo".Cansada de que si las matronas estamos desunidas, mal, pero si estamos unidas, mal también, que si no peleamos, mal, pero si peleamos, también. Cansada del "yo, soy" "yo hago" "yo me formé con...". Cansada también de que esto sea una lucha entre niveles profesionales a ver quién se queda con la mujer, como si de un trofeo se tratara.
Mahatma Gandhi
Estoy cansada de esa gente, sí, de esa que pone a España por los suelos en cuanto a la atención al parto normal, a la preparación al mismo, y en general, a todo lo que concierne en este país a la maternidad. Cansada de "yo me formé en el extranjero, donde las cosas están mucho mejor", cansada del "yo me quedo aquí y cuando en España las cosas hayan mejorado, entonces vuelvo".Cansada de que si las matronas estamos desunidas, mal, pero si estamos unidas, mal también, que si no peleamos, mal, pero si peleamos, también. Cansada del "yo, soy" "yo hago" "yo me formé con...". Cansada también de que esto sea una lucha entre niveles profesionales a ver quién se queda con la mujer, como si de un trofeo se tratara.
Cansada de que no se reconozcan los pequeños pasos que vamos dando, cansada de que todas esas matronas anónimas, que cada día luchan en un paritorio contra ginecólogos, enfermeras, auxiliares e incluso contra sus propias compañeras matronas en pro de la mujer, no se reconozcan, ya no a ellas en sí, si no su labor. Cansada de que tengan que pasar tan malos ratos y que esos ratos se extiendan a días, y que esos días se traduzcan en "exclusión" o apodos con ánimo despectivo "eco-matrona" "hippie del parto" "la de la lactancia materna", y que aún así se desmerezca. Cansada de que no se vea esa "lucha" sutil pero constante, minoritaria pero bien apoyada.
Cansada de los extremos, de la "titulitis" al "con saber un poco vale".
Cansada de que nuestras acciones se vean como una "caza de doulas" y de que se vea como un ataque ofensivo cuando, al menos POR MI PARTE, es defensivo. ¿Se puede saber en qué complementa una doula que da clases de preparación a la maternidad y recuperación del suelo pélvico, a una matrona si estamos haciendo lo "mismo"?.
Cansada del o "pro-doula" o "contra-doula". Doulas? sí, por qué no?.
Cansada de los despectivos, de buscar por internet experiencias de partos y en muchos casos, tristemente, leer el mal-hacer y mal-trato de la matrona, pero también cansada de decir, "si lo ha hecho bien, si te has sentido a gusto, si te ha respetado, dilo" y tener que escuchar "es que no lo tengo que decir porque es su trabajo". Cansada de echar las culpas fuera y no ver la nuestra. Cansada de dogmatismos, de no predicar con el ejemplo, de hablar de respeto a la mujer, pero cuando elige INFORMADA y sea por la razón que sea, dar el biberón, señalarla con el dedo y estigmatizarla. ¿No estamos hablando de respetar? ¿No hemos hecho ya nuestro trabajo de informar de las bondades de la lactancia materna y las desventajas del biberón, de apoyarla, ofrecer nuestra ayuda y la de los grupos de apoyo? entonces, ¿quiénes somos para cuestionar la decisión última de la mujer?. Si nosotras, pro lactancia materna y crianza con apego nos subimos por las paredes cada vez que nos critican, por qué hacemos lo mismo con los demás tipos de crianza?. Evidentemente siempre reprocharé un cachete, y siempre tendré una opinión al respecto, otra cosa es cómo la exprese.
Cansada, al fin y al cabo, de tantas cuestiones sin resolver. Sé que nuestro país no es ejemplar ni mucho menos de una atención al parto respetuosa, ni de una preparación maternal holística, ni de políticas que permitan conciliar vida familiar y laboral, que menos para esos 6 meses de lactancia exclusiva (y aún así, irrisorio). Sí, en ello estoy de acuerdo. Pero se intenta cambiar a pequeños pasos, como buenamente podemos y nos dejan, a contracorriente. Nos gustaría estar a la altura de algunos países del norte de Europa, ¡qué más quisiéramos!, pero no me gusta que digan que no hacemos nada o que hacemos poco al respecto. Para cambiar las formas de actuar hay que cambiar lo más difícil de todo, la forma de pensar, las creencias, y se sabe que no es tarea fácil. Los cambios, los grandes cambios, son muy lentos.
domingo, 10 de febrero de 2013
Capítulo 83: Un día de lluvia II
Conoces lo que tu vocación pesa en ti. Y si la traicionas, es a ti a quien desfiguras; pero sabes que tu verdad se hará lentamente, porque es nacimiento de árbol y no hallazgo de una fórmula
Saint Exupéry, Antoine
...No tenía control tampoco en nada, había pasado años estudiando el EIR, había pasado ese duro exámen, me había ido a vivir fuera durante dos años, había vivido dos años de auténtica locura ¿para qué? para que una doula, una fisioterapeuta, una enfermera sin especialidad, etc terminaran haciendo el mismo trabajo que yo: preparación a la maternidad, técnicas de relajación para el parto, asesoramiento en lactancia materna, métodos alternativos de alivio del dolor...
Y eso, en una época en la que te replanteas muchos aspectos de tu vida, te hace empequeñecer.
La figura de la matrona se está quedando atrás, no hace falta, si acaso sólo en una fria sala de partos de un hopital cualquiera.
Ahora no hace falta hacer esta especialidad. Los requisitos son:
- Hacer una carrera que no tenga en principio nada que ver o en su defecto un curso de un par de fines de semanas o de X duración, dependiendo del contexto. Si dentro de esa carrera hay alguna subespecialidad relacionada con la obstetricia mejor que mejor.
- Leerse tres libros de Carlos González, un par de Michel Odent y todo el que caiga en tus manos de la misma temática.
- Hacerte socia de algún grupo de crianza con apego o similar.
Y,voilá, ya tenemos las competencias para:
Realizar preparación al parto con todo lo que incluye: gestación, parto, puerperio, crianza, lactancia, y todo lo que a su vez conlleva, como se desencadena el parto, contracciones, como sobrellevarlas, las mejores posturas para parir, instarauración de la lactancia materna, solución de posibles problemas de esta, etc.
Y esto lo he visto anunciado por fisioterapeutas y por doulas, tal cual.
L@s fisioterapeutas pueden ayudar en muchos aspectos a la mujer gestante: ejercicios del suelo pélvico, recuperación del mismo, ayuda con problemas o dolores de espalda, masajes y similar. PUNTO. No hay más. No estás legalmente capacitada para el resto de cosas que anuncias en tu página web y en tu centro. Eso se llama intrusismo profesional.
La doula está capacitada para acompañar a la mujer en todo proceso, para ser su apoyo emocional, PUNTO. No hay más. No estás legalmente capacitada para el resto de cosas que anuncias en tu página web. Eso se llama intrusismo profesional.
El proceso de concepción, gestación, parto y crianza es algo completamente natural, pero ello no da derecho y mucho menos los conocimientos para adjudicártelo como campo de actuación.
Comprendo que todo este proceso es lo más bello que nos ha dado la naturaleza y que es lógico que muchas mujeres (todavía en mayor medida que los hombres, será cosa de la própia naturaleza femenina) quiera en mayor o menor medida participar de y en él. Atrae, es cómo un imán, engancha, pero EXIGE, exige mucho; por supuesto VOCACIÓN, pero exige también muchos CONOCIMIENTOS, conocimientos que a veces la sociedad se piensa que no tenemos las matronas o que son parte del saber popular y ese último punto es el error, no somos sólo saber popular, somos saber científico, ese saber científico nos ha hecho hacer muchos sacrificios PERSONALES Y LABORALES. Y ese sacrificio lo hemos hecho por vosotras, por tí, MUJER, por tu HIJ@, y por TU FAMILIA. Y creo que ese esfuerzo merece respeto y merece confianza en nosotras.
Comprendemos y conocemos tu naturaleza femenina, poderosa, tu intuición, tu saber, y comprendemos y conocemos como podemos ayudarte a que te des cuenta (si es que aún no has ahondado en ello) de ese poder. Pero además conocemos a fondo todos los cambios fisiológicos y psicologícos que estás viviendo y que vas a vivir, su expresión normal (la fisiológica) y su expresión patalógica. Sabemos cuándo y por qué podría desviarse y conocemos en ese caso como ayudarte. Hemos vivido dos años intensos de formación para conocerte y comprenderte y saber qué está pasando en tí y cómo podemos ayudarte. Hemos hecho incluso estudios para darte más atención y de más calidad. Seguimos poniéndonos al día a través de ellos. Tenemos conocimientos acerca de tu bebé, de cómo creció dentro de tí, de cómo se formó, por qué te necesita, como os autorregulais mutuamente, como mama de tu pecho, las posturas que le pueden ayudar a mamar en caso de dificultad, etc.
Con lo expuesto creo que queda claro no estoy diciendo nada que se aleje de la realidad. Se trata simplemente de que cada profesional tiene sus competencias, que todos tenemos un mismo objetivo: mejorar la calidad de vida de la mujer y ayudarla, pero todos desde distintos campos, porque es de esa manera como la mujer se va a beneficar. En el intrusismo la primera que sale perjudicada es la mujer. Y eso está claro que no lo queremos ni las matronas, ni los fisioterepeutas, ni ningún profesional de la salud.
Y quizá lo malo venga ahora: LA AUTOCRÍTICA. ¿Qué hemos hecho? ¿cómo hemos contribuido a ello? ¿qué es lo que estamos haciendo mal?. Está claro que también tenemos parte de culpa en esto. No nos movemos, no nos hacemos ver, no damos a ver la importancia que tenemos en toda las etapas de la vida de una mujer, y desde luego ellas, por que sí, no lo van a saber. Algunos profesionales de otras áreas simplemente están aprovechando ese vacío que durante muchos años hemos dejado. Nos hemos relegado al paritorio, y encima muchas veces dando la imagen de matrona sabelotodo que coarta la libertad para dedicir de la embarazada. Fallamos en el marketing, y algunas veces en las formas aunque las formas creo que están cambiando, o al menos eso quiero creer.
Creo que todos los implicados deberíamos de reflexionar en qué punto nos encontramos, si ese punto es el correcto y en caso de que no sea así, cambiarlo.
Todos tenemos algo que apotar desde nuestros ámbitos de actuación, y es así como salimos ganando todos, la primera, la mujer.
Y por respesto ya no sólo a nuestra profesión, si no a la vuestra: NO AL INTRUSISMO.
Saint Exupéry, Antoine
...No tenía control tampoco en nada, había pasado años estudiando el EIR, había pasado ese duro exámen, me había ido a vivir fuera durante dos años, había vivido dos años de auténtica locura ¿para qué? para que una doula, una fisioterapeuta, una enfermera sin especialidad, etc terminaran haciendo el mismo trabajo que yo: preparación a la maternidad, técnicas de relajación para el parto, asesoramiento en lactancia materna, métodos alternativos de alivio del dolor...
Y eso, en una época en la que te replanteas muchos aspectos de tu vida, te hace empequeñecer.
La figura de la matrona se está quedando atrás, no hace falta, si acaso sólo en una fria sala de partos de un hopital cualquiera.
Ahora no hace falta hacer esta especialidad. Los requisitos son:
- Hacer una carrera que no tenga en principio nada que ver o en su defecto un curso de un par de fines de semanas o de X duración, dependiendo del contexto. Si dentro de esa carrera hay alguna subespecialidad relacionada con la obstetricia mejor que mejor.
- Leerse tres libros de Carlos González, un par de Michel Odent y todo el que caiga en tus manos de la misma temática.
- Hacerte socia de algún grupo de crianza con apego o similar.
Y,voilá, ya tenemos las competencias para:
Realizar preparación al parto con todo lo que incluye: gestación, parto, puerperio, crianza, lactancia, y todo lo que a su vez conlleva, como se desencadena el parto, contracciones, como sobrellevarlas, las mejores posturas para parir, instarauración de la lactancia materna, solución de posibles problemas de esta, etc.
Y esto lo he visto anunciado por fisioterapeutas y por doulas, tal cual.
L@s fisioterapeutas pueden ayudar en muchos aspectos a la mujer gestante: ejercicios del suelo pélvico, recuperación del mismo, ayuda con problemas o dolores de espalda, masajes y similar. PUNTO. No hay más. No estás legalmente capacitada para el resto de cosas que anuncias en tu página web y en tu centro. Eso se llama intrusismo profesional.
La doula está capacitada para acompañar a la mujer en todo proceso, para ser su apoyo emocional, PUNTO. No hay más. No estás legalmente capacitada para el resto de cosas que anuncias en tu página web. Eso se llama intrusismo profesional.
El proceso de concepción, gestación, parto y crianza es algo completamente natural, pero ello no da derecho y mucho menos los conocimientos para adjudicártelo como campo de actuación.
Comprendo que todo este proceso es lo más bello que nos ha dado la naturaleza y que es lógico que muchas mujeres (todavía en mayor medida que los hombres, será cosa de la própia naturaleza femenina) quiera en mayor o menor medida participar de y en él. Atrae, es cómo un imán, engancha, pero EXIGE, exige mucho; por supuesto VOCACIÓN, pero exige también muchos CONOCIMIENTOS, conocimientos que a veces la sociedad se piensa que no tenemos las matronas o que son parte del saber popular y ese último punto es el error, no somos sólo saber popular, somos saber científico, ese saber científico nos ha hecho hacer muchos sacrificios PERSONALES Y LABORALES. Y ese sacrificio lo hemos hecho por vosotras, por tí, MUJER, por tu HIJ@, y por TU FAMILIA. Y creo que ese esfuerzo merece respeto y merece confianza en nosotras.
Comprendemos y conocemos tu naturaleza femenina, poderosa, tu intuición, tu saber, y comprendemos y conocemos como podemos ayudarte a que te des cuenta (si es que aún no has ahondado en ello) de ese poder. Pero además conocemos a fondo todos los cambios fisiológicos y psicologícos que estás viviendo y que vas a vivir, su expresión normal (la fisiológica) y su expresión patalógica. Sabemos cuándo y por qué podría desviarse y conocemos en ese caso como ayudarte. Hemos vivido dos años intensos de formación para conocerte y comprenderte y saber qué está pasando en tí y cómo podemos ayudarte. Hemos hecho incluso estudios para darte más atención y de más calidad. Seguimos poniéndonos al día a través de ellos. Tenemos conocimientos acerca de tu bebé, de cómo creció dentro de tí, de cómo se formó, por qué te necesita, como os autorregulais mutuamente, como mama de tu pecho, las posturas que le pueden ayudar a mamar en caso de dificultad, etc.
Con lo expuesto creo que queda claro no estoy diciendo nada que se aleje de la realidad. Se trata simplemente de que cada profesional tiene sus competencias, que todos tenemos un mismo objetivo: mejorar la calidad de vida de la mujer y ayudarla, pero todos desde distintos campos, porque es de esa manera como la mujer se va a beneficar. En el intrusismo la primera que sale perjudicada es la mujer. Y eso está claro que no lo queremos ni las matronas, ni los fisioterepeutas, ni ningún profesional de la salud.
Y quizá lo malo venga ahora: LA AUTOCRÍTICA. ¿Qué hemos hecho? ¿cómo hemos contribuido a ello? ¿qué es lo que estamos haciendo mal?. Está claro que también tenemos parte de culpa en esto. No nos movemos, no nos hacemos ver, no damos a ver la importancia que tenemos en toda las etapas de la vida de una mujer, y desde luego ellas, por que sí, no lo van a saber. Algunos profesionales de otras áreas simplemente están aprovechando ese vacío que durante muchos años hemos dejado. Nos hemos relegado al paritorio, y encima muchas veces dando la imagen de matrona sabelotodo que coarta la libertad para dedicir de la embarazada. Fallamos en el marketing, y algunas veces en las formas aunque las formas creo que están cambiando, o al menos eso quiero creer.
Creo que todos los implicados deberíamos de reflexionar en qué punto nos encontramos, si ese punto es el correcto y en caso de que no sea así, cambiarlo.
Todos tenemos algo que apotar desde nuestros ámbitos de actuación, y es así como salimos ganando todos, la primera, la mujer.
Y por respesto ya no sólo a nuestra profesión, si no a la vuestra: NO AL INTRUSISMO.
Capitulo 82: Un día de lluvia.
Lo que niegas, te somete, lo que aceptas, te transforma
Carl Jung
Parece que estos días tristes, de cielo gris y lluvia, de silencio, impulsan un poquito más los sentimientos, o al menos el hecho de querer reflejarlos.
No vengo a decir nada concreto, no pretendo que saqueis nada en claro, simplemente me mueve hoy, después de tanto y tanto tiempo, el hecho de escribir por escribir mientras observo por la ventana de mi cuarto como van cayendo las gotas de lluvia. Quizá también mi circunstancia actual, que se puede resumir mal y rápido en "mi culo pegado a una silla y mis ojos a muchas hojas", actúe un poco también como detonante.
Llevo tiempo con esa frase metida en la cabeza: "lo que niegas, te somete, lo que aceptas, te transforma". Es cierto que don google nos da millones y millones de frases, que nuestros facebook están sde cientos de ellas, pero de repente a mi esta me impacto, y me impacto mucho.
Desde que empecé a estudiar psicología estoy descubriendo muchisimas cosas. Me atrae más incluso que al principio. Y aunque reconozco que mi motivo principal para estudiar psicología es aplicarla a mi trabajo como matrona (nada ni nada ensombrece esa vocación), he de reconocer que me sumerge en mis propios pensamientos hasta el punto de abstraerme de todo.
Ahora le doy explicación a todo: "está usando el pensamiento contrafáctico al alza" "este anuncio usa el principio psicologico de validación social para influirnos" "creo que el motivo que prima en mi es el motivo de logro, y desde luego no el de poder". Le empiezo a poner nombre a las cosas, a encontrarles explicación, a saber como somos influidos incluso sin que nos demos cuenta.
De todas formas, me desvio del tema; "lo que niegas, te somete, lo que aceptas te transforma". Y entonces me doy cuenta de todo lo que me niego y sé las poquitas cosas que acepto. Digamos que estoy atravesando un época que no se puede describir como mala, yo diría incluso que no se puede colocar ni siquiera en un contínuo en el que los dos polos opuestos sean "muy bueno" y "muy malo". Digamos que lo que estoy viviendo es una especie de transformación consciente, algo así como una introspección, una autoobservación.
Entré hace unos meses en una vorágine que sí que se podría situar en ese continuo que os he dicho, y que se colacaría en el extremo "muy malo". Esa vorágine además estaba acentuada por el estrés preboda, por la falta de control en todo. Esa falta de control me hizo ver de repente que soy una perona que necesita tener esa sensación de control en todos los ámbitos de su vida, incluso en los que objetivamente es imposible controlar ni predecir. Y esa falta de control me desquiciaba, no la sorportaba
Comenzó un arduo camino, duro hasta ahora y duro continuará siendo, porque hay cosas con son difíciles de aceptar porque "a ti nunca te pasan", porque "tú controlas todo". Una. época en la que necesitaba desprenderme de todo y mirar hacia atrás y ver dónde estaba el comienzo.
Y os preguntareis ¿y por qué escribes algo así, algo de tu intimidad en un blog que iniciaste para describir tus días como RESISTENTE de matrona?. Pues simplemente porque esa etapa también afectó a estas lindes....
CONTINUARÁ
Carl Jung
Parece que estos días tristes, de cielo gris y lluvia, de silencio, impulsan un poquito más los sentimientos, o al menos el hecho de querer reflejarlos.
No vengo a decir nada concreto, no pretendo que saqueis nada en claro, simplemente me mueve hoy, después de tanto y tanto tiempo, el hecho de escribir por escribir mientras observo por la ventana de mi cuarto como van cayendo las gotas de lluvia. Quizá también mi circunstancia actual, que se puede resumir mal y rápido en "mi culo pegado a una silla y mis ojos a muchas hojas", actúe un poco también como detonante.
Llevo tiempo con esa frase metida en la cabeza: "lo que niegas, te somete, lo que aceptas, te transforma". Es cierto que don google nos da millones y millones de frases, que nuestros facebook están sde cientos de ellas, pero de repente a mi esta me impacto, y me impacto mucho.
Desde que empecé a estudiar psicología estoy descubriendo muchisimas cosas. Me atrae más incluso que al principio. Y aunque reconozco que mi motivo principal para estudiar psicología es aplicarla a mi trabajo como matrona (nada ni nada ensombrece esa vocación), he de reconocer que me sumerge en mis propios pensamientos hasta el punto de abstraerme de todo.
Ahora le doy explicación a todo: "está usando el pensamiento contrafáctico al alza" "este anuncio usa el principio psicologico de validación social para influirnos" "creo que el motivo que prima en mi es el motivo de logro, y desde luego no el de poder". Le empiezo a poner nombre a las cosas, a encontrarles explicación, a saber como somos influidos incluso sin que nos demos cuenta.
De todas formas, me desvio del tema; "lo que niegas, te somete, lo que aceptas te transforma". Y entonces me doy cuenta de todo lo que me niego y sé las poquitas cosas que acepto. Digamos que estoy atravesando un época que no se puede describir como mala, yo diría incluso que no se puede colocar ni siquiera en un contínuo en el que los dos polos opuestos sean "muy bueno" y "muy malo". Digamos que lo que estoy viviendo es una especie de transformación consciente, algo así como una introspección, una autoobservación.
Entré hace unos meses en una vorágine que sí que se podría situar en ese continuo que os he dicho, y que se colacaría en el extremo "muy malo". Esa vorágine además estaba acentuada por el estrés preboda, por la falta de control en todo. Esa falta de control me hizo ver de repente que soy una perona que necesita tener esa sensación de control en todos los ámbitos de su vida, incluso en los que objetivamente es imposible controlar ni predecir. Y esa falta de control me desquiciaba, no la sorport
Comenzó un arduo camino, duro hasta ahora y duro continuará siendo, porque hay cosas con son difíciles de aceptar porque "a ti nunca te pasan", porque "tú controlas todo". Una. época en la que necesitaba desprenderme de todo y mirar hacia atrás y ver dónde estaba el comienzo.
Y os preguntareis ¿y por qué escribes algo así, algo de tu intimidad en un blog que iniciaste para describir tus días como RESISTENTE de matrona?. Pues simplemente porque esa etapa también afectó a estas lindes....
CONTINUARÁ