jueves, 3 de junio de 2010

Capitulo 15: Crónica de un comienzo.

La felicidad siempre la tienes, siempre ha formado parte de ti, lo importante es que te permitas sentirla.
Desconocido

Me desperté a las 9 de la mañana.
A las 10:20 h. había quedado con Laura en la puerta del salón de actos.
El acto de despedida de los nuevos profesionales y de bienvenida a los nuevos en formación comenzaba a las 10:30.

No estaba nerviosa, quizá un poco por conocer a mis otras dos compis y a mis R mayores, pero por lo demás nada, solo tenia ganas de llegar y de comenzar a vivir mi nueva etapa.

Llegué puntual, como no puede ser de otra manera en mi (otra cosa no, pero puntual soy).
Allí ya estaba Laura, sentada en el banco junto con otras chicas que creí que serian compañeras, pero no, eran nuevas residentes de medicina.
Nos saludamos, comentamos nuestros primeros días en la ciudad, algunas dudas que teníamos, etc.

Se notaba el ambiente a la entrada del salón de actos. Gente ilusionada. No sabía distinguir si era ilusión por terminar o por empezar, pero la ilusión era el sentimiento que reinaba.
Ahí me puse un poquito más nerviosa.
Los actos con mucha gente hacen que me sienta un poco incomoda por mi GRAN timidez.
Decidimos entrar dentro.
De las otras dos chicas no sabíamos nada de momento, aunque podíamos intuir que estaban allí, entre tod@s nosotr@s.
A la entrada había una mesita presidida por dos mujeres.
Les dijimos que éramos residentes de matrona, les dimos nuestro nombre y nos dio un libro del residente que decidí ojear mas tarde porque entramos directamente al salón.

Los coordinadores de todas las unidades docentes estaban ordenando a sus alumnos, y entonces vimos a nuestra coordinadora, que siendo fiel a su manera de ser como hasta ahora me ha demostrado nos recibió con una sonrisa, dos besos, y acto seguido, nos presentó directamente a las residentes que ya terminaban este año, por lo tanto, a las nuevas matronas.
Solo nos dio tiempo a darle dos besos y darles la enhorabuena, porque pasó a presentarnos a una de nuestras tutoras (de cuyo nombre no me acuerdo, como del de la mayoría…), luego a nuestras R mayores y finalmente y POR FIN, a otra de nuestras compis.
Es la más extrovertida de las cuatro, de hecho, es la leche.
Viene de lejos, y esta encantada.
Tampoco nos dio tiempo de hablar mucho porque estaba entre otras residentes.
Ahora solo faltaba la última, que llegó al ratito.
De nuevo la coordinadora hizo de presentadora entre las partes.
Por fin una chica que tiene mi edad, que no me lleva 10 años (aunque con las otras dos a pesar de que tienen mas edad que yo, no noto ninguna diferencia, pero siempre viene bien tener a alguien que se aproxime mas a tu edad), bueno, de hecho es un año mas pequeña que yo, pero ahora mismo, coincidimos en edad.
Esta chica es mi vecina.
Me ha dicho que los días que ha estado aquí ha estado a ver si me conocía (igual que yo con ella), pero no ha sido posible hasta hoy.
Entablamos conversación enseguida, estuvimos hablando todo el rato hasta que empezó definitivamente el acto.

Ya se sabe como van estas cosas. Empezó hablando una mujer, creo que la jefa de estudios o algo así, y luego prosiguió el encargado de recursos humanos, que puso al Sistema de Salud de La city del mejor para arriba (y me convenció), y hubo un momento entre todo el protocolo de una ponencia que consiguió llamar mi atención, y es cuando comenzó a hablar de la vocación, según el, “eso tan difícil de definir”, “algo que hay que plantearse en este punto, cuando hemos terminado, y sobre todo, cuando empezamos, porque si en este punto no hay vocación, mal vamos”.
Dejo la pregunta en el aire “¿hacéis vuestra especialidad por vocación?” y en mi mente resonó un “Si” contundente, decidido y rotundo. Nunca lo he dudado, y (esto va para las que estudiáis durante todo el año y luego en los foros tenéis que leer gente que dice que se presento por ver y saco plaza) os puedo decir que quien tiene vocación por una profesión se puede sentir afortunado. Da igual que haya gente que se presente por ver, que saque plaza y que luego hasta le guste, estoy segura de que nunca igualara a alguien con VOCACION. No en técnicas, ni en habilidades ni en conocimientos, si no en algo difícil de explicar. Cada dia despertaran contentas porque van a hacer un trabajo que les gusta un montón.
Nosotras cada dia nos levantaremos pletoricas porque vamos a ayudar a traer vida al mundo, un trabajo porque tiene horarios y esta remunerado económicamente, una vocación porque esta mas que remunerado sentimentalmente. Y desde aquí puedo decir que me siento ORGULLOSA Y AFORTUNADA de tener esta vocación.

Y no pretendo que nadie se sienta ofendido ni menospreciado.
Soy de las que piensan que hay que saber buscar oportunidades y aprovecharlas, por supuesto, y nadie se tiene porque sentir menos que otra persona por no tener de primeras esa vocación. Solo digo que nosotras contamos con ese “lujo”.

Y sigo con el acto que me enrollo.

Pasaron luego a hablar l@s responsables de cada unidad docente.
Primero los de medicina, y por ultimo, nuestra coordinadora.

Creo que nunca, ni siquiera en mi graduación como enfermera, me había emocionado tanto con un acto así. No llore cuando me gradué como enfermera y lloro cuando se gradúan 4 matronas a las que no conozco de nada, pero es que no pudo ser más bonito.
Y es que si hubo algo que supo aprovechar la coordinadora y sacarle una ventaja, fue el hecho de ser solo 4 residentes, y ahí, delante de todo el salón de actos, las fue nombrando una por una resaltando todas las cualidades como matronas y como personas que le habían mostrado durante dos años de residencia.
Y no solo llore yo, sino que a las otras tres nuevas residentes les brillaban los ojos. No es para menos, fue breve pero muy emotivo.

Pasaron a poner un video muy elaborado y no menos emotivo de todos los residentes que terminaban, y por ultimo, la entrega de diplomas.

¿Lo malo?, que sin comerlo ni beberlo, nos subieron a las nuevas al escenario ha sacarnos fotos OFICIALES, y si, mas tonta soy yo que me lo tenia que haber esperado, pero ODIO LAS FOTOS, es que no puedo con ellas…jajaja.

Pero ahí estábamos todas, con una sonrisa antinatural (por lo menos la mia) flaseadas por 4 cámaras de fotos…


Cuando termino el acto nos fuimos a tomar algo todas, incluidos dos tutores súper cercanos y una matrona que solo podría definir con la palabra “dulce”.

Y lo dejo por hoy, que son las 11:47 y mañana a las 7 tengo que estar arriba porque empezamos fuerte con clases y reunión.
Os sigo contando mañana en otro capitulo.

Pd: Princesita, te quiero!.

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